Si la docuserie que el Príncipe Harry (38 años) y Meghan Markle (41) protagonizaron en Netflix creó un cisma sin precedentes en la Casa Real británica, las memorias que el hijo pequeño del Rey Carlos III (74) y la desaparecida Diana de Gales está a punto de publicar, podrían terminar de dinamitar la relación.
Uno de los principales temas que se abordan en el libro, que verá la luz el próximo 10 de enero, es la relación del duque de Sussex con cada uno de los miembros de la Familia Real británica. En él, Harry abordará detalladamente el motivo del distanciamiento con su hermano, el Príncipe Guillermo (40) después de confesar en 'Harry y Meghan' que el primero en la línea de sucesión al trono británico rompió la promesa que le hizo de nunca filtrar historias sobre él o informar sobre conversaciones privadas en la oficina de su padre.
Ahora, tan solo cinco días antes de su publicación, el diario 'The Guardian', que ha tenido acceso a una de las copias, ha adelantado uno de los episodios más escabrosos que se relata en 'Spare'.
Todo ocurrió durante una discusión que los dos nietos de la Reina Isabel II mantuvieron en 2019 en la casa en la que Harry y Meghan vivían por aquel entonces en Nottigham Cottage (Londres). Su hermano mayor llegó con la intención de tratar con él «toda la catástrofe rodante de su relación», aunque -tal y como recuerda el autor del libro- el heredero al trono llegó en un estado muy agitado, fuera de sí. Guillermo comenzó la confrontación al calificar a Meghan como una persona «difícil, brusca y abrasiva», lo que provocó que él la defendiese asegurando que «repetía la narrativa de la prensa» y los ataques sobre su mujer, a quien compara con su madre, quien durante años fue el blanco de los medios sensacionalistas.
Le dijo que esperaba algo más de su él que no fuese limitarse a repetir los insultos de los tabloides contra ella.
Tras esto, acusó a Guillermo de actuar de manera poco racional, lo que les llevó a enzarzarse en una discusión a gritos. «No puedo hablar contigo cuando estás así», le dijo Harry ofreciéndole un vaso de agua. Aunque la respuesta fue que Guillermo «me agarró por el cuello, rompiendo mi collar y me derribó al suelo», e incluso confiesa que esta caída le provocó una herida visible en la espalda. «Aterricé en el plato de la comida del perro, que se partió en mi espalda. Me quedé allí un momento, luego me puse en pie y le dije que se marchara», cuenta.
Al rato, el mayor de los dos se disculpó y le pidió que no contase nada. «No tienes que decir a Meg nada sobre esto», le advirtió. «¿Respecto a tu agresión?», respondió él. «Yo no te he atacado», replicó Guillermo.
En un principio no le contó nada a su esposa, aunque cuando ella vio los arañazos y los moretones no pudo ocultarle la verdad. «Ella estaba muy triste», escribe Harry en su libro.